CRÓNICA DEL HOM FEST 2014
- rockconsolera
- 11 jul 2014
- 8 Min. de lectura
Hontoria del Metal, mejor conocido como HOM Fest, es un pequeño festival que, poco a poco, va creciendo y aumentando su caché. En su cuarta edición ha contado con varias bandas internacionales de renombre, además de un buen puñao de grupos nacionales ya consagrados y otras tantas bandas, que están empezando su andadura musical. La combinación, a priori, es arriesgada, pero no carente de un buen trabajo por parte de la organización. La mezcla de lo nuevo y lo viejo, expertos y noveles.
Para mí, en un festival de Metal, la variedad musical es esencial. Gozamos de grandísimas bandas de Heavy, Thrash, Death, Power… ceñirse en un subestilo, es encerrarse mentalmente sin descubrir horizontes que quizá no sean tan lejanos. Por ello, el HOM Fest, se ha recreado en esa idea. Dar oportunidad a grupos principiantes con la ayuda de bandas experimentadas.
El recinto, como en todo buen festival, siempre tiene sus más y sus menos. En este caso, la aprobación es amplia. Dos escenarios, uno dentro de la sala “Pepe’s” y la otra al aire libre, con buena visibilidad desde casi todo el recinto. En la acampada, más que correcta. No era la “típica zona de acampada española”, no era un secarral como otros festivales que he vivido en este país. Por fortuna, el tiempo acompaño y no hizo ni gran frío, ni un calor abrasador. Volviendo al recinto de conciertos, los precios de la bebida y comida estaban dentro de lo aceptable, no han sido abusivos como en otros lares.
Siempre, el sonido, es otro tema muy delicado y esencial. Por suerte, no ha sido tan negativo como se podría esperar. Es más, salvando algún grupo en el escenario principal y unos pocos más en el pequeño, dentro de la discoteca, ha sido más que correcto. Otro factor beneficioso a favor de la organización. Pero, como en todo buen concierto y/o festival, la actuación de las bandas es, eternamente, lo fundamental. En la cuarta edición del HOM Fest, he vivido grandísimas actuaciones y otras, que han dejado muchísimo que desear.
Viernes 4
Uno de los principales atractivos del viernes, era la actuación de los finlandeses Ensiferum. Por ello, la organización, incluyó en este día a varias bandas similares, como los manchegos Celtibeerian, los madrileños Survael , los catalanes Northland y los arandinos (actualmente en Bilbao) Incursed. Todas ellas desplegaron el Folk, Pagan y Viking previo al concierto de Ensiferum, concierto que por cierto, fue mejor de lo esperado.
La primera banda que pudimos presenciar, por motivos de desplazamiento y trabajo era imposible llegar antes, en el festival fue Survael. Los madrileños, a gustos personales, han evolucionado muy bien. Cambiando ese folk tan de moda, por unas melodías más extremas. Buen concierto, el cual gozó de un buen número de asistentas aun siendo del primero en el segundo escenario. Fuera, en el escenario principal, sonaba el Hardcore de los sorianos Alimaña HC. Un grupo que me recordaba a otras bandas nacionales como los granadinos Habeas Corpus, y que tuvo una actuación algo gélida debido al poco público que había a esas horas de la tarde.
Si las bandas internacionales eran los principales ganchos, Easy Rider era una golosina nacional. La banda de Power Metal, volvía a las tablas después de un tiempo de inactividad. La verdad que, tanto el frontman, el inglés Ron Finn, como el resto de la banda se les vieron con ganas. Moviéndose de un lado a otro, animando y motivando a los asistentes. Aprobado con una grandísima nota.
Antes de entrar de lleno en la noche, era el turno de Incursed. Una peculiar banda qué, ataviados de pieles y pintados para la guerra, dieron una lucha insaciable en el escenario pequeño. Este grupo dio paso al plato fuerte de la noche, los fineses Ensiferum. Hablar a estas alturas de los creadores de un subestilo que tiene miles de seguidores en nuestro país, daría para un artículo denso y largo. La cuestión es que la última vez que tuve posibilidad de verlos en directo, me quede dormido. No es broma. Han llegado a un punto que, sinceramente, no me dicen nada. Pero, ante mi sorpresa, creo que no fue la única, los de Helsinki, deleitaron a algo más de mil personas, que se encontraban en la finca observándoles, con un gran concierto. Potente y directo, un repaso a fondo de su discografía. Mucho mejor de lo que esperaba, y más, teniéndoles ya por un casi perdido. La noche se acercaba a su fin y, mientras fuera sonaban los acordes de “LAI LAI HEI”, “In My Sword I Trust”, “Victory Song”, “Battle Song”, “Stone Cold Metal” o “Iron”, dentro de la Sala Pepe’s, dos bandas se dedicaban a ofrecer lo mejor de ellas. Leather Heart con su Heavy Metal clásico “a los años ochenta” con un sabor muy claro a Judas Priest, y los sevillanos Vikingore, con un Death Metal que podrían pasarse por los suecos Amon Amarth. Sobre todo con los segundos, se observó algo más de gente animada.
Ya acabados los sevillanos, el siguiente turno era de Axxis pero, por diversos motivos, su actuación se retrasó (el sábado también ocurriría). Cuando saltaron al escenario, se comprobó que hoy no sería el día de la banda liderada por Bernhard Weiß. Su actuación, algo fría a lo que nos tienen acostumbrados, no fue digna de su historia. Y es una pena, porque había bastante público para ver a la segunda banda internacional del día. Aun sacando a una chica del público para hacer una especia de batucada (si hubieran sido Sepultura, se les habría tachado de no hacer Metal…), y finalizando con la famosa “Kingdom of the Night”, su concierto fue un ambiente frígido en la noche burgalesa.
Para mi sorpresa mayúscula, quienes cerraban el escenario 2, el trío gallego Mutant Squad, obsequiaron una actuación impactante, rapidísima, divertida y frenética. Sin dudas, de los mejores en el primer día del HOM Fest. Para rematar la jornada, Iberian Steel. Banda tributo a Judas Priest que, sin ofender a nadie, fue perfecta para irse a dormir. El cantante, aunque con una buena imitación a Halford, no paraba de leer las letras de las canciones de un libro que tenía a sus pies. No hizo falta cantar cuando la melodía de “Painkiller” o “Electric Eye”, fue interpretada por los pocos que quedaban por allí.
Sábado 5
El sábado era otro cantar. Este día, mucho más largo que el primero, contaba con bandas que, particularmente, me atraían bastante más. Sea como fuere, la primera banda que pude contemplar, fueron los madrileños Dawn Of Tears. Nunca me han gustado y esta vez tampoco, a ratos Death Metal Melódico a ratos Gótico. La poquita gente que había por allí (y eso que eran la segunda banda del día en el escenario principal) aprovecho más a verlos desde lejos que otra cosa. Otra grata sorpresa me lleve con el primer grupo que tocaba en el otro escenario. Los burgaleses Antecessor fueron una apisonadora, una locomotora a base de riffs de Death, ritmos de Mastodon y una densidad propia de Pantera. Como dije anteriormente, asombrado quede.
Dejando atrás los sonidos extremos, el Heavy Metal de corte más melódico, entró en escena con los barceloneses Döria. Fuera de ser unos grandes músicos, no me dijeron gran cosa. Con algunos tintes de Power Metal, tuvieron la dura lucha de despertar a la concurrencia del letargo de una tarde de sábado. Como dije antes, este día era para mí especialmente, un gran día. Los míticos madrileños Avulsed enterraron cualquier rastro de pesadez en el cuerpo. De sobra es conocido qué, la banda que lidera el carismático Dave Rotten, son un aplastamiento musical, no dejan títere con cabeza. Esta vez, tampoco dejaron indiferente al respetable. El final con “Sick, Sick, Sex” y el frontman flotando por los aires, dice mucho de su actuación. Abrumadora como siempre.
Desde Cádiz, Diabolus in Extremis, me dieron otro bofetazo musical. Arrolladores, potentísimos, con una fuerza sacada del mismísimo Phil Anselmo en sus tiempos mozos. Animando constantemente, los miembros de la banda del sur, no dejaron a nadie impasible. Avalados por el mismo Dave Rotten, he de reconocer que adquirieron mi conformidad tema tras tema. Y menos finalizando con uno himno como es “Raining Blood” de Slayer. Mientras los andaluces hacían su show, fuera en el primer escenario, Silver Fist me volvieron a dejar claro que no me gustan y menos, si destrozan la mítica “Gutter Ballet” de los olvidados Savatage. Por ello, mientras su actuación terminaba, pude ver el inicio dentro de la sala de los deathmetaleros de Burgos Mistweaver. Su propuesta, me pareció interesante, pero el sonido fue de los peores de todo el festival. Una bola que no hacía distinguir bien ni las notas de los músicos, ni la voz del cantante. Una pena para la banda local.
Posiblemente de los momentos más divertidos de todo el fin de semana, se pudieron vivir con los vizcaínos Vhäldemar. Con Carlos Escudero al frente, este no dejo de dar improperios hacia el público y cagarse en dios. Todo esto no hacía más que animar al público qué, entre el buen concierto que se estaban marcando y los insultos recibidos de un cantante con un cierto parentesco al cantaor flamenco “El Cigala”. El Power Metal y la defensa del Metal, dieron paso a unos de los momentos más sonados del festival, cuando el propio cantante catalogó y dedico el cierre con “Metal Of The World” a la gente con Síndrome de Down, ya que había mucho “subnormal entre el público” (sic).
Otra banda que no hace falta presentación, por lo bien que lo llevan haciendo durante estos últimos años, son Rancor, el grupo de Thrash Metal de Madrid. Qué decir de una banda, que si vas a verlos, sabes que saldrás contento con una actuación directa, franca y eficaz. Durante sus casi 50 minutos de actuación dejaron claro que todavía les queda cuerda para rato. Fuera, otro retraso como en el primer día, hacía esperara la multitud de la primera banda internacional del sábado, los alemanes Grave Digger. Al igual que la actuación de sus compatriotas Axxis del día anterior, su concierto fue aterido, y eso que no faltaron su clásicos: "Excalibur", “Heavy Metal Breakdown”, "Rebellion" y "Ballad of a Hangman". No obstante, la actuación de los sepultureros, paso sin pena ni gloria entrada ya la noche. Dentro, en el escenario dos, aparecían los primeros acordes de Los Lügers, una banda que bebe del macarreo de Misfits, Motley Crüe o Turbonegro. Poca gente para verlos, porque con el retraso seguían tocando fuera los alemanes Grave Digger, hicieron de la sala Pepe’s un recinto familiar. No obstante, los de Zaragoza, ofrecieron un buen Hard Rock/Punk Rock, veloces y arrolladores.
El retraso mencionado anteriormente, no empaño el festival, sinceramente, fue un fastidió lógicamente, pero no se eternizo ni empobreció la función de los grupos. La espera tuvo su recompensa cuando Sodom desembocó su torbellino sobre el escenario. De las muchas veces que he visto a Sodom en directo, puedo decir que nunca han fallado. Jamás. Son unos maestros, una especie de banda petrificada en el tiempo, que no pasa la edad sobre los hombres de sus integrantes, con la única misión de romper cuellos allá donde vayan. En el HOM Fest tuvimos la suerte de presenciar otra grandísima actuación de los alemanes que hicieron vibrar a un público entregado con la causa, coreando todos los temas que se presentaban ante ellos: “Napalm in the Morning”, “Agent Orange”, “Remember the Fallen”, “Outbreak of Evil”, “Sodomy and Lust”, “Blasphemer”… un orgasmo musical.
Pero, otro punto fuerte para la noche del sábado, era la actuación de un grupo legendario, Barón Rojo. Una banda laureada y respetada por el mundo del Rock que, a mi modo de ver, debería desaparecer de la faz de la tierra por su propio bien. No dudo que a más de uno y una, haya disfrutado de la actuación encabezada por los hermanos de Castro, solo quiero dejar claro que no tienen la fuerza ni ese enganche de antaño. Ya no son los de antes. Al contrario que Sodom, a ellos le pesa la edad. Se nota claramente. Si bien fuese por su concierto, o por lo ya tarde que era por el retraso sufrido, poco a poco la gente fue abandonando el recinto. Algo que, Barón Rojo, no se merece. Aunque, su actuación me haya dejado más frío que la propia noche, clásicos como “Los Rockeros van al infierno”, “Hijos de Caín” o para finalizar “Resistiré”, dejan claro que ellos van a resistir aunque el cuerpo no aguante. Chapó por ellos.
Texto y fotos: Nacho Martín - Rock con Solera





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